Fallece José Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España
José Luis Yzuel presidente de Hostelería de España ha fallecido la pasada madrugada tras luchar los últimos meses contra una terrible enfermedad.
José Luis Yzuel llegó a la presidencia de Hostelería de España en junio de 2017 y desde entonces ha ejercido el liderazgo desde la cercanía, la unidad y el diálogo, tanto con las asociaciones, como con organizaciones afines y las Administraciones, poniendo en valor siempre la importancia de la que él denominaba “la industria de la felicidad”. Supo otorgar a la hostelería y sus trabajadores la importancia social y económica que le correspondía y lideró con gran sacrificio y firmeza el difícil momento que atravesó el sector durante el COVID.
Aragonés, algo de lo que siempre presumió, inicia su vinculación con el mundo asociativo en el año 2001 presidiendo la asociación de Restaurantes de Zaragoza, integrada dentro de la Federación de Hostelería Horeca Zaragoza que preside hasta el año 2017.
Ha sido miembro del pleno de la Cámara de Comercio de Zaragoza y presidente de la Confederación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Aragón hasta hace pocas fechas.
Hostelero de cuarta generación por lo que su vinculación profesional viene marcada desde su nacimiento, como él dice “nací en un hotel en Sariñena” Huesca.
Desde el año 84 y durante 25 años ya en Zaragoza, ostento la concesión de la Cafetería de la Delegación de Hacienda al mismo tiempo que mantuvo también la concesión del Club Náutico de Zaragoza, tras tener pequeñas concesiones y otros negocios ha tenido una empresa de catering.
En los últimos años era empresario con varios establecimientos en franquicia de La Tagliatella en Madrid y Zaragoza, Finca de eventos y banquetes en Zaragoza y la Sala de conciertos la López de Zaragoza
Miembro de la Junta Directiva de CEOE, Vicepresidente de la Comisión de Turismo de CEOE, Vicepresidente de SABOREA ESPAÑA, Miembro del Consejo Español de Turismo, Miembro del Consejo de la Cámara de España y de varios comités organizadores de Ferias y congresos del sector.
La familia de la hostelería lamenta profundamente la pérdida del que siempre será uno de los referentes de este sector. Se nos va un líder, un amigo, un referente incansable que hizo de su vida un ejemplo de dedicación y amor por una profesión que le apasionaba.
José Luis no solo representó a la hostelería; él era hostelería. No había diferencias entre grandes y pequeños, entre estrellas Michelin o tabernas de barrio. Para él, todos eran hosteleros y a todos los trataba con el mismo respeto, con la misma entrega y con ese cariño inquebrantable que siempre lo caracterizó.
La hostelería es el arte de hacer sentir a los demás como en casa, de convertir cada comida en un encuentro, cada brindis en un instante de felicidad compartida. Es ofrecer, servir con la convicción de que cada detalle puede hacer la vida un poco mejor. José Luis entendía esto como pocos. Siempre reivindicaba que la hostelería es el sector de la felicidad y el la repartió sin medida.
Para José Luís la hostelería era la manera de vivir. Disfrutaba con la misma intensidad una conversación entre amigos en un chigre, que una cena en un gran restaurante. Sabía que la verdadera esencia de la hostelería estaba en el calor de la compañía, en la generosidad del gesto y en la alegría de compartir. Siempre que podía lo bañaba todo con música. Una banda sonora que viajaba con él a todas partes y que se hacía sentir a la menor oportunidad.
Así vivió, con el alma siempre abierta, con una sonrisa de bienvenida y un corazón que, como los mejores anfitriones, nunca dejaba a nadie fuera.
Durante los momentos más difíciles, cuando la pandemia golpeó con fuerza y la incertidumbre amenazaba con llevárselo todo, José Luis emergió como el faro que guio al sector. Con una sonrisa inalterable y una voluntad férrea, trabajó sin descanso para unir a la hostelería, defendiendo los intereses de todos con valentía, pero siempre con educación, con ese tono afable que lograba abrir cualquier puerta.
A pesar del dolor, nos reconforta pensar que los hosteleros supimos reconocerle su grandeza en vida. En el último tiempo, cada rincón de la hostelería española le expresó su admiración y respeto con homenajes y palabras llenas de amor y agradecimiento. A su lado, Emilio Gallego, un secretario general siempre comprometido, pero sobre todo un amigo fiel cuando más necesario ha sido.
Su grandeza trascendía lo profesional. A quienes tuvimos la suerte de conocerlo, nos dejó lecciones imborrables. Conversaciones que nunca olvidaremos, incluso en los momentos más difíciles de su vida. Los últimos días, cuando el terrible desenlace de la enfermedad era inminente, dijo: “Estoy tranquilo y con sosiego, ha sido una delicia trabajar con todos vosotros y me llevo el mayor de los afectos”. Así era su esencia: autenticidad, entereza y una calidad humana que pocos poseen.
Hasta el final, José Luis siguió siendo él mismo. A pesar del dolor, de la enfermedad implacable que lo castigaba, nunca perdió su sonrisa, su espíritu luchador ni su sentido del humor.
En este camino, no podemos olvidar a la persona que estuvo siempre a su lado, su compañera de vida, su refugio y su amor más grande: Ana. Gracias a ella y su hijo Lorenzo, José Luis vivió más feliz, con la certeza de que el amor verdadero es la mejor brújula en esta vida.
Gracias, José Luis, por haber dado lo mejor de ti a esta profesión, por tu generosidad infinita y por habernos enseñado que la hostelería no es solo un oficio, sino una forma de vida.
Hoy te despedimos con el corazón encogido, pero con la certeza de saber que desde allá arriba seguirás guiándonos, sonriendo, y enviándonos señales para empujarnos a hacer lo que tú más amabas: construir un mundo mejor.
Descansa en paz, amigo. Nunca te olvidaremos.
Fdo. Vicepresidentes de Hostelería de España
José Luis Álvarez Almeida (Otea - Asturias)
José Antonio Aparicio Gregorio (Hostelería Madrid)
Manuel Espinar Robles (Hostelería Valencia)
Mikel Ubarrechena Pisón (Hostelería Gipuzkoa)